UNIDAD 6: El Romanticismo

El Romanticismo es el movimiento artístico, cultural y literario que se produjo a finales del siglo XVIII en Inglaterra y Alemania, extendiéndose luego a otros países de Europa y América. El Romanticismo rompe con las ideas de la Ilustración y el Neoclasicismo.
El romanticismo resultó una corriente muy diversa debido a que enfatizó la subjetividad y las emociones. Se manifestó como una ruptura de los principios de la ilustración (que sostenía a la razón como la base de todo conocimiento), y exaltó la libertad del individuo y su capacidad intuitiva.
Características del romanticismo

La pintura romántica

La pintura romántica se destacaba por composiciones que connotaban sentimientos y estados de ánimo muy profundos del artista (como la introspección, la nostalgia y la melancolía).
Mediante una amplia variedad técnicas, como la pintura al óleo, acuarelas, grabados y litografías, brindaba un espacio de liberación de estilos y de reglas que permitían expresar las emociones del artista.
Entre los principales representantes del arte romántico se destacan:
- El español Francisco Goya (1746 - 1828)
- El inglés William Turner (1775 - 1851)
- El español Leonardo Alenza (1807 - 1845)
- El francés Théodore Géricault (1791 - 1824)
- El francés Eugene Delacroix (1798 - 1863)
- El alemán Caspar David Friedrich (1774 - 1840)
Arquitectura en el Romanticismo

La arquitectura del Romanticismo cobró relevancia más que nada en el siglo XIX. Recuperó el gusto por las edificaciones medievales, sobre todo en Inglaterra, con las obras de John Ruskin (1819-1900), William Morris (1834-1896) y Edward Pugin (1834-1875).
En Francia, en cambio, las obras reflejaron los gustos de la nueva burguesía fruto de la Revolución, que adoptó el tren como principal símbolo de modernidad. Sus principales cultores fueron Charles Garnier (1825-1868) y Eugène Viollet-le-Duc (1814-1879).
Escultura del Romanticismo

El corto periodo romántico en escultura responde a encargos oficiales para embellecer edificios o erigir monumentos conmemorativos. A diferencia de lo que sucede en pintura, se caracteriza por la falta de carácter y la desorientación. Es una época de transición, que alterna elementos clasicistas con otros criterios que desembocarán en un nuevo realismo.
Francia durante el siglo XIX Paris, se convierte en la capital artística. En Francia tienen gran protagonismo los salones de exposiciones porque en ellos se mide el grado de aceptación de los artistas. Estos se esforzaban en presentar obras de gran calidad que sorprenderán al público.
La escultura francesa no alcanza la importancia de la pintura, ni por la cantidad de obras producidas, ni por el número de figuras significativas. La escultura románica tiene un desarrollo posterior a la pintura, sus temas son narrativos y comparte con la pintura la expresión de las pasiones humanas de forma agitada, perdiendo las figuras de quietud y mesura.
El material más utilizado es el bronce, pues ofrece más posibilidades de modelado que el mármol, aunque se utiliza también otros materiales como el hierro fundido y el cinc. En la década de los años treinta se aplica el descubrimiento de la electrolisis, que permite dar a la figura apariencia de solidez metálica aunque se haya elaborado en material más económico.